Vamos a hacer algo diferente a lo que estamos acostumbradas
en este blog, vamos a dar un paseo por Pontevedra y conocer partes de su
historia, para ello contaremos algunos detalles de la excursión que realizamos
por la ciudad. ¿Encontraremos algo relacionado con el tema de nuestro blog?
Comenzamos la salida desde la facultad en dirección al
puente del Burgo, que es dónde se inicia nuestro itinerario a través del casco
histórico de Pontevedra, haciendo una pequeña pausa para explicar cómo será la
ruta. Nos explica entre tanto que la zona más nueva de Pontevedra es donde está
situada la Universidad (al Norte) y está dedicada a cultura, educación, etc.
contando únicamente con arquitectura actual mientras que si vamos al otro lado
del río podemos observar los muchos elementos artísticos.
La primera parada la
hacemos en frente del puente, donde el “guía” que nos acompaña nos cuenta
aspectos relevantes de su historia y los cambios de los alrededores a lo largo
del tiempo. Nos situamos frente a unas excavaciones que dejarían ver lo que era
la Pontevedra siglos atrás, pero lo que vemos es una serie de lonas negras que
dejan que tu imaginación haga el resto para averiguar lo que hay debajo. Al
lado de estas excavaciones contamos con uno de tantos miliarios (columnas de
piedra que marcan algún kilómetro concreto) que nos podemos encontrar en la
ciudad.
Es en esta zona dónde queremos hacer hincapié en
relación con nuestro blog, ya que aquí vive una colonia de gatos abandonados, o
que han nacido allí. Muchos de estos gatos están enfermos desde pequeños, ya
que no han tenido los cuidados necesarios. Por suerte, todavia quedan buenas
personas que se preocupan por ellos y los alimentan y cuidan a diario. El
principal problema de esta zona es que la gente la ha tomado como un
"vertedero de gatos" donde abandonarlos excusàndose en lo de siempre:
hay muchos viviendo ahí, así que no va a estar tan mal". El problema es
que los gatos que no han vivido en la calle sufren mucho cuando se ven en esta
situación, por lo que enferman muy pronto.
¿La solución? la esterilización de las hembras para
que no sigan pariendo en la calle, y la concienciación de la sociedad de que un
animal no es un juguete que se pueda dejar tirado cuando uno se cansa.
Cabe decir
que, lamentablemente, el problema no se centra solo en este punto sino que se
extiende por toda la ciudad.
Seguimos de camino
hacia el mercado con la muralla a nuestros pies
y vemos frente a la puerta el mal estado de una pequeña muestra de las
excavaciones, se ve que en Pontevedra no quieren “fardar” de historia. A
continuación nos situamos en la plaza da Pedreira (Mugartegui) donde podemos
ver construcciones arquitectónicas del pasado, con presencia de múltiples arcos
como el Pazo de Mugartegui, mezcladas con algunas construcciones modificadas en
el presente.
Subimos hacia una pequeña parte de la ruta del museo de
Pontevedra (pequeños edificios que
esconden partes de historia) situándonos frente al museo provincial y a nuestra
izquierda la iglesia de
San Bartolomé. Subimos un poco más y a nuestra izquierda nos encontramos
con otra parte de la ruta del museo, el Edificio Castro de Monteagudo y de
frente un crucero en medio de la plaza de la Leña, que estremece si lo ves en
profundidad.
Después avanzamos hasta la plaza Méndez Núñez donde podemos
ver la estatura de Valle Inclán, que es víctima del
vandalismo en múltiples ocasiones, continuamos caminando hasta la plaza del
teucro que, cuenta
con tres casas señoriales.
Seguimos hasta la plaza de Curros Enríquez ¡Todo son plazas en Pontevedra!,
donde observamos el edificio que cumplía la función de hospital hace unos
cuantos años. Subimos hasta la plaza de la Herrería, donde contamos con mucha historia a
nuestro alrededor, el convento de San Francisco por ejemplo y el edificio de
Hacienda que dejan huellas góticas en la ciudad.
Continuamos hasta la peregrina, y por la Michelena llegamos a la
Plaza de España donde está el edificio del ayuntamiento y el Convento de Santo
Domingo donde nos paramos a observar las ruinas y escuchar algunos detalles, como las tumbas que
encontraron en él. Pasamos por el teatro principal y llegamos al punto final de
nuestro recorrido: El Campillo (¡Qué bonito ha quedado después de sus
reformas!) desde donde podemos ver parte de la Iglesia de Santa María .
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